lunes, 29 de noviembre de 2010

Lectura 5: el mecanismo de la investigación científica.

El conocimiento siempre se inicia a partir de los hechos, a partir de la observación de los mismos: esta es la primera etapa de una investigación. Cualquier observación es ya en si misma un principio de análisis, pues lleva consigo una selección, comparaciones deducciones... etc.
Por si mismos, los hechos no explican nada,  por tanto, la tarea de la investigación científica no consiste en registrar y coleccionar hechos, sino en descubrir, tras de la apariencia de los fenómenos, su verdadera esencia, en comprender la relación interna que existe entre ellos y en conocer las leyes de su nacimiento y desarrollo.
Por tanto, la primera tarea de la investigación consiste en observar los hechos, en seleccionar los mas significativos, en descubrir las relaciones que los unen entre si y en evidenciar en cada hecho concreto los aspectos mas sustanciales o significativos.
La segunda etapa, del trabajo científico consiste en formular una hipótesis que explique el conjunto de los hechos de forma lógica y coherente. En esta etapa del trabajo científico la cualidad esencial consiste en poseer una ardiente fantasía creadora-
El hecho es que la fantasía, es decir la capacidad del pensamiento para crear mentalmente imágenes subjetivas distintas de aquellas observadas en la realidad, es precisamente esa propiedad característica del pensamiento humano gracias a la cual la conciencia humana, en principio simple capacidad de reflejar la realidad, adquiere esa capacidad de conocerla y modificarla.
La fantasía se complementa con la intuición, gracias a la cual el pensamiento, no analiza todas las versiones mentales (fantásticas) formuladas en relación con un determinado fenómeno, del que numero puede ser prácticamente infinito, sino únicamente las mas verosímiles (conocimiento) o mas racionales( creación. Esta ardiente fantasía creadora ha de estar controlada por una lógica férrea y rigurosa.
La tercera etapa  del trabajo científico consiste en comprobar rigurosamente que las hipótesis formuladas corresponden a  la realidad de los hechos, ampliando si es necesario el campo de observación a nuevos fenómenos, así como en profundizar  el análisis de los hechos ya conocidos, controlando de todas las formas posible el grado en que las conclusiones del investigador se ven justificadas y buscando siempre nuevos hechos capaces de confirmar las hipótesis formuladas. La mayor o menor correspondencia de los hechos reales con las teorías formuladas es el único criterio para comprobar la verosimilitud de una determinada hipótesis.
La rigurosa comprobación de las hipótesis, bien mediante observaciones posteriores, bien mediante todo tipo de experimentos, constituye el trabajo de esta etapa. Un fuerte espíritu critico y autocrítico es la cualidad esencial que se requiere en esta etapa del trabajo científico.
La cuarta y ultima etapa  del trabajo científico consiste en modificar o sustituir la hipótesis anteriormente formuladas con los resultados de la comprobación realizada anteriormente.
Por tanto, toda operación puede ser esquematizada de la forma siguiente: observación de los hechos, formulación de las hipótesis, nueva observación de los hechos, nueva formulación de la hipótesis y así sucesivamente.
La ciencia nunca puede reducirse a la pura teoría abstracta, ni a la pura investigación empírica.
Ambos aspectos, teórico y analítico, de la investigación, siguen siendo distintos, por lo que no pueden confundirse y han de utilizarse cada uno de ellos en el momento oportuno. Schumpeter afirma, que la elaboración de una visión global de la realidad procede siempre al análisis del hecho empíricos.
El proceso de conocimiento tiene una serie de características del cual se derivan dos importantes consecuencias: la primera: la condición esencial para poder utilizar los resultados de las investigaciones hechas por otros es que nuestra parte hayamos ya iniciado, una elaboración propia. La segunda consecuencia de orden practica se deriva del hecho de que no solo las concepciones y las ideas evolucionan históricamente, sino que también lo hacen los conceptos que las expresan.
Conclusión: el aspecto esencial de toda ciencia es su método de investigación.

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